Hoy, en una entrevista para un medio escrito, estuvimos conversando sobre el escenario económico que están enfrentado las empresas en Chile.
Con una caída del Imacec de -3.4% para Octubre 2019, la crisis ya llegó para la mayoría de las empresas Chilenas.
En este proceso es fundamental evaluar un proceso de reorganización (financiera, operacional y estratégica) para determinar la viabilidad de una empresa.
Dado que existe asimetría de información entre el deudor y el banco, es necesario que las empresas se puedan «distinguir» entre el resto de firmas en la industria. Una forma de hacerlo es presentar un análisis de stress de ingresos, que permita al banco entregar mejores condiciones para pago de deuda (plazos de gracia, capitalización de interés, estructura bullets , etc).
Una recomendación es la regla 40-20-10 que consiste en proyectar flujos de caja con caída de 40% ingresos por 6 meses, después una caída de 20% por otros 6 meses, y finalmente un 10% por 12 meses. Si al final de este ejercicio la empresa tiene flujos operacionales positivos, se ha podido pagar la deuda reestructurada y el plan ajustado de inversiones está financiado, hay una alta probabilidad de refinanciar pasivos.
Las tormentas se sortean con timón firme.
